viernes, 20 de abril de 2018

Visitamos Figueres

Buenísimos días!!

Mi amorcito y mami venimos con nuevos descubrimientos de esos que tanto nos gustan!! Aprovechando nuestra escapada rural hace unas semanas atrás, y tras disfrutar de la desconexión urbana, relajarnos y expandir nuestros sentidos uniéndonos todavía más el uno al otro, decidimos ir a visitar uno de los lugares que hacía mucho tiempo que teníamos pendiente, puesto que además tiene un significado especial para nosotros.

Después de levantarnos temprano rodeados de naturaleza, de pasear, corretear y desayunar como señorets con delicias de la tierra, decidimos ir a visitar Figueres aprovechando la cercanía. 


Llamativa fachada del Teatro-Museo Dalí en Figueres

Emprendimos rumbo relativamente temprano, amaneció un día soleado que incitaba a ello, a salir, descubrir, disfrutar y dejarse llevar. Llegamos a media mañana, y como mi Cachorrito se había quedado dormidito  -tantas emociones y diversión-, optamos por hacer tiempo mientras reponía energías. Aparcamos fuera del centro neurálgico para así poder pasear y disfrutar de algo que nos encanta, callejear. 
Justo donde dejamos el vehículo nos permitió pasar por un enorme parque de verdes jardines y zonas de juego, donde se veía gente con perros disfrutando del mismo así como de familias con peques que brincaban por las diferentes zonas del parque. 

Avanzamos hasta llegar al bonito casco antiguo de Figueres, repleto de restaurantes, panaderías, terrazas y tiendas. Tomamos un café bajo los rayos que el sol nos regalaba esa bonita mañana. Continuamos por las calles comerciales adyacentes, disfrutando plácidamente del paseo. Se respiraba primavera aunque todavía no habíamos entrado en ella. Las plazas llenas, las terrazas a rebosar, gente por todos lados, niños correteando, espléndido día para salir a conocer, disfrutar. Visitamos varias tiendas  -muy chulas-, paseamos por empedradas callejuelas que escondían bonitos lugares. Pasamos frente al museo del juguete, el cual pensamos visitar cuando mi amorcito despertara. Paseando, paseando, bajo tan agradable temperatura primaveral el tiempo se nos pasó volando y nos plantamos en mediodía. 

Como habíamos comprado la entrada por la mañana como no podía ser de otra manera estando en Figueres, para conocer el Teatro-Museo Dalí, pero al ir con cochecito nos advirtieron que había que dejarlo en conserjería, y claro, mi precioso cachito de hallaba en la gloria descansando de tan emocionante finde y mami lo último que quería era perturbar su descanso y molestarlo, angelito mío. Así pues decidimos aplazar para un poquito más tarde la visita y continuar con nuestro apacible paseo y consiguiente callejeo.


La plaza principal frente a la entrada del museo está repleta de arte

Asimismo algo a tener en cuenta es que aunque no dejan entrar cochecitos, bolsos ni bolsas  -te las guardan ellos a la entrada y te las devuelven a la salida-, para los que vamos con pequeñines sí es cierto que facilitan mochilas portabebés para poder portearlos (ya que te ‘quitan’ el cochecito), alternativa que la verdad se agradece y mucho. Bien por la gente que piensa en todos los que vamos con peques  -que somos muchos-. Tiene su lógica que no dejen entrar cochecitos, puesto que el teatro-museo al constar de varios pisos contiene muchas escaleras, entradas y salidas a diferentes salas y resquicios donde sería bastante complicado  -por no decir imposible-  acceder con cochecitos. 

Asimismo también hemos de decir que los chicos del personal de seguridad en todo momento fueron súper amables y atentos, y nos indicaron que después de visitar el museo, podíamos pasar a visitar la exposición de joyas del artista y que en ésta sí podíamos entrar con el cochecito sin problema. Y nos atendieron genialmente, abriéndonos especialmente los ascensores e indicándonos los accesos para que pudiéramos acceder en todo momento a todas las zonas de la exposición, con una sonrisa en todo momento y diciéndole cositas a mi muñequito lindo. 

Volviendo al hilo, como se nos hizo medio día y el apetito empezaba a hacer su aparición, decidimos comer primero y después visitar el Museo. Dicho y hecho. 
Cabe decir que como nos gusta a mi Cachito&Mami ir un poquito preparados, ya teníamos un lugar pensado para comer. Solo faltaba localizarlo. Gracias a nuestro paseo matinal callejeando por todas las callejuelitas, plazas y plazuelas, dimos con el restaurante que andábamos buscando: La Churraskita. 


La entrada principal a La Churraskita

Éste cuco local se encuentra a escasos pasos del Museo, en una de las callejuelas que lo cruzan. La Churraskita es un asador argentino especializados en parrilladas. 
La terraza bordea todo el local, de modo que en vista del buen día que nos hacía decidimos quedarnos fuera, comiendo al aire libre. El amable camarero nos facilitó una trona para mi amor, donde estuvo la mar de a gusto, y encima blau, que le chifla! 

Estábamos de súper finde, por lo que pedimos unas cañitas que apetecían como el respirar y cortesía de la casa nos pusieron un plato de olivas que estaban muy ricas. De entrantes nos decantamos por pà de pagès torrat amb tomàquet i oli, y unas empanadas argentinas que estaban buenísimas. 


Buenísimas y tradicionales empanadas argentinas

Para comer optamos por una ensalada de queso de cabra aderezada con semillas y salsa dulce, y entrañas de ternera a la brasa. Estaba tiernísima y muy sabrosa! 


Completa ensalada de queso de cabra

Deliciosas entrañas de ternera a la brasa

La parrilla era abierta y vista, por lo que desde la terraza donde estábamos situados se podía ver cómo preparaban las carnes, verduras y hortalizas en vivo y en directo.

El servicio era muy amable y atento, todo el tiempo pendiente de sí se nos terminaba la bebida o si teníamos algún plato vacío, además fueron súper rápidos en atendernos y servirnos. Asimismo todo lo que probamos estaba buenísimo y las empanadillas y la carne deliciosas! 
Sin lugar a duda si volvemos de regreso a Figueres, de bien seguro que repetiremos en el restaurante La Churraskita. 

Después de comer nos dirigimos calle arriba  -se encuentra a escasos pasos-, hacia el Teatro-Museo Dalí. Dejamos el cochecito en la consigna de la entrada, junto con la bolsa (se deja todo, bolsos, mochilas, bolsas..), y procedimos a adentrarnos en el surrealista Museo del pintoresco Salvador Dalí. 

El edificio es tan emblemático y pintoresco como su diseñador. Fachada rojiza con enormes huevos en la parte superior de l torreta y todos los alrededores, y circulares piezas doradas llenan todas las paredes  -du especial adoración y amor por el dorado ya hace acto de presencia desde fuera-. 

Nada más entrar, nos encontramos en una especie de patio descubierto  -antiguo patio de butacas-  donde preside el mismo un espectacular Cadillac. El Cadillac siempre ha estado muy presente en las obras de Dalí, ya desde sus inicios. Él mismo le regaló uno a Gala, su esposa. Y éste que se puede ver en el Teatro-Museo Dalí, es el Cadillac que conducía Gala y con el que, durante su estancia en Estados Unidos, habían viajado de costa a costa. Es alucinante, poder verlo tan de cerca, tocarlo. Sus ruedas giran con apenas un poco de impulso. Realmente bonito. 


El despampanante Cadillac

De la espectacular máquina motora emerge como una especie de “chorro” de agua que metros más arriba sostiene una barca.


Parte superior donde se encuentra la barca

Dicho patio está rodeado de de grandes ventanales donde en cada uno de ellos hay una especie de maniquíes, todos ellos dorados, con figura de mujer y diferentes posiciones. Por las cuales se va pasando del otro lado, conforme se va avanzando por el interior del Teatro-Museo y observando sus obras y creaciones. 


Sus obras se amontonan en cualquier rincón

El caserío está repleto de obras a cuál más sorprendente

Cabe decir que es cuanto menos curiosa y muy interesante la visita a dicho lugar, y probablemente ayuda a “acercarnos” a este artista conocido y reconocido mundialmente por su especial concepción del mundo.   


Muchas de ellas, te dejan pensativo y se puede llegar
a entender lo que quería transmitir con ellas

Quizás a priori pueda parecer que todas sus obras son una especie de sinsentido, pero nada más alejado de la realidad. En el teatro museo podemos descubrir verdaderas obras de arte, dentro de su concepción y surrealismo se encuentran obras realmente impactantes y de gran belleza y realismo. Una auténtica pasada. Entre ellas se encuentra una amplia sala donde sus techos son divinidades. Dioses ascienden y suben por escaleras de caracol hacia la divinidad, descalzos, pies y piernas dejan ver como ascienden, con un juego de colores en tonos pastel y dorados, el efecto óptico, la precisión de sus trazos y el conjunto en sí, hace que apenas puedan quitarse los ojos del altísimo techo lleno de arte. 

Espectacular obra en el techo de una de las grandes salas

Asimismo la sala, repleta de obras, diversas pinturas con diferentes matices, algunas parecen fotografías de la realidad que tienen. Erizaban el vello solo con admirarlas.
Transmiten sentimientos. Unas de amor, de mucho amor, pintaba a su amada, ella era su inspiración. Otras transmiten soledad, tristeza, sexualidad, dualismo. Es un abanico de sentimientos plasmados en auténticas obras de arte.


Auténticas bellezas que ponen la piel de gallina
con todo lo que transmiten 

En esa misma sala, en un espacio adyacente, se encuentra un dormitorio. Una espectacular cama con forjadas patas doradas que simulan peces forman la estructura. Perfectamente acomodada. Gruesa. Señorial. Como era él. Una cómoda y varios elementos más componen la estancia. Obras suyas. Una pasada el don de este artista. No conocía límites.  Extraordinario sería la palabra. 


Detalles del dormitorio 

Vista de frente

Al otro lado de la sala, otra pequeña adyacente, se encuentra un aparato donde se puede observar una fotografía antigua y desde el cual, al acercarse a la mirilla y moverse, aparecen y desaparecen cosas, objetos y personas en la misma foto. Sobrepuestas. Una pasada. 


Una de sus mundialmente conocidas obras,
presidía el dormitorio


Otra de sus famosísimas obras, donde puede verse
en el centro de la imagen que la compone,
a su musa

Por los larguísimos pasillos que rodean el teatro museo se pueden observar infinidad de sus obras, algunas  -la mayoría-  de lo más surrealistas, siguiendo su línea, pero en cambio otras, de lo más reales, de lo más sentidas y profundas. Oníricas imágenes surrealistas. Realmente impactantes. 

Las fases de la luna
componen el rostro de su amada

Otra de sus famosísimas obras es la que se compone por una enorme nariz y unos rojos y carnososlabios, los ojos, dos cuadros compuestos a base de fotografías en miniatura, cuál mosaico, todo esto telonado por lo que simula ser pelo rubio. Es entonces, cuando se sube por una estrecha escalinata hasta lo que parece ser una especie de camello patilargo, arriba espera un visor, una especie de lupa enorme, ovalada, es ahí donde se tienen que entrecerrar los ojos y dejarse llevar. 

Vista desde el visor, imagen completa

Al fin y al cabo el arte es como la vida, dejarse llevar para crear, para fluir, para avanzar. 

Desde ahí se ve perfectamente la cara de mujer, y todavía más se ven los ojos en ambos cuadros, perfectamente creados a partir de miles de fotografías, con todos los detalles. Una auténtica pasada. Mi amorcito también quiso asomarse, como no! Y así lo hicimos. Le gustó muchísimo ya que no se trata de un museo más, aburrido y diáfano, si no que éste está lleno de vida, de color, de obras en perspectiva, de iluminación, de diversos materiales y donde cada sala enmoquetada de rojo pasión escondía algo nuevo, inesperado. Muy chulo. Había muchísimos peques descubriendo arte, empapándose de él. Probablemente uno de los mejores lugares para iniciarse en el mundo artístico, pues se hace de forma amena y divertida a la par que educativa pues adaptando a la edad del pequeño se le puede ir explicando aquello que se va viendo. 


Impactantes creaciones

Asimismo y como dicho artista no conocía límites, también era creador y diseñador de joyas, esto unido a su amor por el dorado y lo excéntrico, se pueden apreciar tras las vitrinas creaciones facilitadas por la familia para ser admiradas, enormes y brillantes collares, espejos, figuras, tortugas, anillos, serpientes.. Abrumador de lo llamativo de las piezas. 


 En la parte final pueden verse muchísimas fotografías
del artista, donde hace gala una vez más
de su egocentrismo

Y humor - amor propio
Grande Salvador Dalí 

Cuando se finaliza la visita, también se puede acceder incluido en el precio de la entrada, a unas salas a parte donde se exponen joyas  -dentro del teatro museo hay solo algunas-  creadas por él, bajo encargo, y donde también pueden verse incluso los bocetos. Muy chulo. Algunas, como por ejemplo una en forma de corazón repleta de oro y diamantes, con un vídeo donde puede verse la pieza en movimiento, en este caso recreando los latidos del corazón. Espectacular. 


Una de las creaciones que más me gustó

Una vez finalizamos nuestra nutrida y sorprendente visita por el teatro-museo Dalí, teníamos intención de continuar paseando y visitar también el museo del juguete, pero cuando salimos a la calle descubrimos que estaba lloviznando, por lo que decidimos emprender camino hacia nuestro auto ya que la cosa empezaba a apretar. 

Como colofón a nuestra escapada rural de fin de semana, y como no podía ser de otra forma  -las buenas costumbres no se han de perder-, volvimos a hacer gala de algo que ya va con nosotros, forma parte de nuestras escapadas y es el turismo-aventura
Si es que no falla, siempre nos tiene que pasar alguna, verdad vida? Pero siempre nos salimos, con humor y pasado un rato, riendo a carcajadas de la situación que nos haya sorprendido. Gracias a esos dos chicos que amablemente nos ayudaron tras acudir mami en busca de ‘ayuda’, merendándome la vergüenza y la timidez. Gracias chicos por empujar nuestro auto, mami cortando la calle cual cuerpo de la autoridad  -sobretodo cuerpo, oigan 😂-, si es que siempre, siempre, queda buena gente. En todos los lares. Y así, con esta bonita y curiosa guinda del pastel finalizaba nuestra escapada de fin de semana, el camino de vuelta fue tranquilo, se me escapaba la risa entre dientes y mi amorcito se partía de risa mientras sentado en su sillita veía a dos desconocidos empujar el coche, jajajaj. Lo que no nos pase a nosotros.. Pero lo que nos gustan nuestras aventuras, eh Cachorrito mío?? 😉

Feliz fin de semana!!!!


Muy contentos visitando lugares nuevos y siempre disfrutando aventureando juntitos, Cachito&Mami..*

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