Restaurante Sa Poma

Buenos días!! 

Hoy mi pequeño gran gourmet  -que está hecho todo un sibarita😋-  y mami pasamos para hablar sobre un restaurante muy especial. Tanto como el lugar donde se encuentra. El restaurante Sa Poma se haya en el hotel Masia La Palma, donde tuvimos el privilegio de alojarnos y el placer de degustar los deliciosos platos que ofrecen. 

Cabe señalar que del mismo modo que el hotel, el restaurante también es dirigido por la familia, por lo que todavía tiene más mérito así como el trato y el cuidado es muchísimo más especial y personalizado. Se nota que todo lo que hacen lo hacen con cariño. Chapó por ellos y por su excelente trabajo. 

El restaurante en sí ya es una monería, manteniendo la línea de la Masia, encontramos salones amplios y elegantes, robustas mesas de madera ataviadas por largos manteles de un blanco impoluto, decoradas con mucho gusto y cuidadas al detalle, con piñas naturales decorando las mesas junto con velas que hacen que el lugar sea todavía más acogedor e íntimo. 

Macizas paredes de piedra vista y empedrado en el alto techo ovalado componen un marco idílico del lugar, arte decora las paredes del mismo, y al fondo de uno de los salones  -donde estuvimos-, una preciosa chimenea de bioetanol pone la guinda al pastel, con el espectáculo de la bella y suave danza de las llamas 🔥 , en medio de dos botelleros de madera donde están expuestas infinidad de botellas de buenísimo caldo. 

Bonitísimo y elegantísimo salón,

presidido por la chimenea, una auténtica gozada!

Sabíamos que íbamos a disfrutar de una experiencia gastronómica, pero desconocíamos hasta qué punto.  

Cuando llegamos pudimos comprobar que además de contar con prestigiosos honorarios y avaladas recomendaciones de reconocidos buscadores como Booking, el restaurante Sa Poma forma parte de la guía Michelín 2018, ahí es nada. Y no es para menos. Mientras degustábamos las delicias que nos iban ofreciendo, nuestro paladar estallaba de puro placer. Una experiencia gastronómica espectacular, para todos los sentidos.  

Prestigiosos reconocimientos

El restaurante Sa Poma ofrece un completísimo  -y exquisito-  menú degustación que cambia cada temporada ofreciendo los productos estrella del tiempo siendo de máxima calidad, así como una amplia carta donde poder elegir y seleccionar lo que más nos apetezca. 

Nosotros optamos por el menú degustación y fue un auténtico acierto. Boquiabiertos nos quedamos tanto con la magnífica presentación así como con la exquisitez y la elaboración de todos y cada uno de los platos. 

De modo que es en éste en el que entraremos en detalle, aunque estamos segurísimos de que se opte por lo que se opte se va a quedar más que satisfecho y  encantado con la elección, tanto con la atención del personal así como con la calidad y la delicia de sus platos.

El menú degustación de temporada consta de ocho platos, incluidos postre, pan, agua y vino blanco y negro D.O. Empordà. Nuestras copas eran rellenadas rápidamente por las atentas camareras en cuanto veían que disminuía el sabroso caldo en ellas. 

Copas de buenísimo y suave caldo

Bien, empezaremos por el principio. 

El primer plato con el que nos sorprendieron fue el siguiente. 

Velouté de verduras con virutas de jamón ibérico

La velouté estaba tan suave como deliciosa, con intenso sabor a jamón ibérico gracias a las virutas así como a aceite de oliva virgen extra con el que estaba aderezado. Buenísima!  

Continuamos con croquetas del chef y brocheta de piña con jamón de pato.

Continuamos con croquetas del chef y brochetas de piña con jamón de pato

En ésta ocasión las croquetas eran de espinacas con queso y estaban súper suaves con un sutil rebozado y muy sabrosas. 

La combinación de la dulce piña con el sabor del jamón de pato le daba un sabor buenísimo!

A continuación el cuarto plato.

Brocheta de langostinos con espárragos verdes a la brasa 

Simplemente deliciosa! Ésta brocheta se deshacía de buena en la boca, todo tan en su punto y con un sabor embriagador.

Para finalizar el primer round, el siguiente plato nos dejó casi exhaustos. De-li-cio-so!

Canelón de pato confitado con manzana caramelizada y bechamel de foie

Con éste plato mi paladar alcanzó el éxtasis del placer gastronómico.. Estaba sencillamente exquisito. Una auténtica delicia para los sentidos. El pato confitado estaba de rechupete y sumado a la combinación con la manzana caramelizada y la bechamel de foie era para morirse de gusto. Un estallido de sabores y sensaciones retozaban en nuestras papilas gustativas. Increíble! 

Todavía hoy se me hace la boca agua al ver la imagen y recordar su delicioso sabor.

Ahora pasamos a la ronda de segundos platos. 

Merluza con muselina de ajo y confitura de pimiento rojo

Cada plato era una pasada. La merluza estaba deliciosa, se deshacía en la boca, y se sentía el sabor perfectamente diferenciado de la muselina de ajo así como de la confitura de pimiento rojo que le aderezaba de una manera alucinantemente buena. 

Proseguimos con la carne.

Redondo de pollo de pagés relleno de ciruela y piñones 

Un clásico entre los clásicos, a pesar de que empezábamos a estar llenos  -puede parecer que no pero los platos cunden-, hemos de confesar que no dejamos ni las migas de pan, estaba todo tan deliciosos que era imposible resistirse. El redondo estaba tiernísimo y sabrosísimo. Además gracias al relleno le aportaba ese contraste de dulce que sucado con la salsita estaba de toma pan y moja.  

Para finalizar tal experiencia gastronómica, terminamos con el postre. 

 El Biscuit Glacé completamente bañado

chocolate caliente

Lo rompemos para saborearlo mientras va derritiéndolo

Biscuit Glacé con chocolate caliente fue nuestra elección, como no, con chocolate. El postre podía escogerse con chocolate, frutas del bosque o ron con pasas. Ya se sabe, a mi amorcito y mami el chocolate nos pierde 😋 jiji.

La presentación, como todos los anteriores, genial. Sirven el biscuit y en nuestro caso como la elección escogida fue con chocolate, una vez en mesa y al momento “bañan” el biscuit glacé con chocolate caliente  -es por eso que el plato se ve con las gotitas que saltan del contacto del calor del chocolate al glacé del biscuit-. Vaya un dulce remate a nuestra experiencia gastronómica cuál sibaritas. 

En fin, que una imagen siempre vale más que mil palabras. Igual que un acto. Por lo que hemos optado por adjuntar imágenes gráficas de cada plato ya que a veces las palabras no alcanzan a expresar la grandeza de la experiencia. Canelita en rama para los sentidos. 

Solo con verlo y recordarlo, volvería a ir hasta allí para volver a degustar semejantes delicias, y por qué no, probar el nuevo menú degustación de temporada. Valoración parcial: diez de diez. Chapó! 

Enhorabuena familia, sois unos fenómenos. Gracias por regalarnos tan gratas experiencias y hacernos sentir como en casa. 

Haciéndosenos la boca agua recordándolo, Cachito&Mami..*