martes, 13 de marzo de 2018

Inciso omiso

Probablemente, el peor sentimiento que haya en la vida sea sentirse engañado, la mentira. Y es que es tan cierto que una mentira pone en duda mil verdades. Que te fallen. Y por consiguiente lo que conlleva, la decepción, la traición
Sentirse traicionado por cualquiera es fastidioso. Sentirse traicionado por quien jamás se habría podido imaginar es horroroso. 

A veces, lo que uno cree no es lo que realmente es. Lo que parece, tampoco. Ni lo que se ve. También con los ojos.
Cambiar un tiempo verbal nunca costó tanto. Elevado precio que pagar. Lo nunca visto. 

Como siempre la vida nos enseña, -cuánta sabiduría ésta vida!-  que la confianza va en decadencia. Que los votos de confianza hay que ganárselos. Y merecerlos. Que probablemente nos lleva  -casi-  una vida adquirirla, ganarla, y apenas se necesitan segundos para perderla, aniquilarla. Que pensar en poner la mano en el fuego, es quemarse. Que está a la orden del día. Que continuamente se ve. Todos lo vemos diariamente. Pero que nunca pensamos que podría pasarnos. No a nosotros. 

Y {se} pasa. 

Nuestra piedra, una de las más especiales..*


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