Precisos precipicios

Cuando te sientes así, al borde del precipicio, literalmente, es cuando la situación está ahí, oprimiéndote fuerte, provocándote un nudo en la garganta, incluso en ocasiones, también en el estómago, revolviéndotelo y produciéndote tal vez hasta náuseas.

Puede dar miedo, pavor, pánico, puede dar vértigo, mucho vértigo según la altura del precipicio donde te encuentres, en ocasiones quizá sientas que te falta el aire, que el oxigeno que tus pulmones inhalan es insuficiente, sensación de ahogo, de mareo, de inquietud interior, te encuentras a un paso del abismo. 

Quién sabe qué hay allá abajo, no alcanzas a ver nada, demasiada altura, demasiados metros, la visión se nubla, se distorsiona al igual que tu mente en esos momentos, que va a dos mil revoluciones por minuto en tan solo unos segundos.

Unos segundos que pueden tornarse eternos, pueden parecerte los más largos del mundo. 

Tan solo una cuestión es la que importa ahí, en el filo del acantilado, y como todas las cosas importantes empiezan así, con una decisión. 

Las decisiones lo cambian todo. Las decisiones lo son todo. En la vida nos encontramos continuamente con situaciones en las que constantemente hemos de tomar decisiones. Son necesarias.

Decidir es vivir.

Tú y solo tú decides. O das un paso atrás. Hay quien decide quedarse siempre atrás, sin avanzar. Sin saber. Sin descubrir. Sin vivir. O saltas. Saltas al vacío. Saltas al abismo. Saltas al precipicio. Saltas al acantilado. Saltas a lo que quiera que sea que haya allá abajo. Saltas a la vida, a vivir.

Mi respuesta es tan breve como concisa. Soy una aventurera nata. 

No doy ni medio paso atrás. Para atrás, ni para coger impulso. 

Siempre adelante. 

Con todo, a por todas. Pese a las adversidades, no hay límites, los límites los pones tú. Se puede con todo. Con decisión y amor, mucho amor, como el nuestro amor mío, el más puro y verdadero que existe, todo es posible. 

La vida es eso, la vida es esto. Es seguir, es superar, es resistir, es avanzar. 

La vida es para los valientes, y mi Cachito y Mami lo somos. Por eso disfrutamos, por eso somos tan felices, por eso es todo tan estupendo para nosotros, por eso vivimos, porque arriesgamos, nos la jugamos, disfrutamos de todo y vivimos siempre. 

Podemos con todo, tesoro mío. 

Porque el mundo está a nuestros pies, Cachito&Mami..*