viernes, 27 de enero de 2017

Pensamientos de ayer y de hoy

Feliz viernes!!!!

Wow, probablemente el día más esperado por mi amorcito y mami, ya nos levantamos canturreando que es viernes y que en unas poquitas horas estaremos disfrutando de nuestro fin de semana juntitos, adoro estar las 24 horas del día  -y porque no hay más-  contigo vida mía, es fantástico! 

Hoy asomamos la patita por acá  -sí, la patita, porque somos mi cachorrito bebé y mami tigresa, unos fieras vamos, jaja-, para hacer una pequeña autoreflexión, una mirada al interior, dar mención y agradecer a una pareja de señores con los que tuvimos el gusto de coincidir justo ayer en la cola del supermercado.

Seremos breves, pero es que nos resultó tan acogedora la situación, sus palabras estaban llenas de añoranza, eran sentidas y ambos estaban de acuerdo en ello, tan de acuerdo como lo estamos mi Cachito y mami. 

Jueves por la tarde, decidimos ir al supermercado temprano para así "evitar" en la medida de lo posible lo "odisea" que son las compras, con los súpers llenos de gente, parkings a tope, colas interminables, etcétera.

Solemos portear cuando vamos a comprar, sobretodo si va o está medio dormidito mi caramelito porque se queda muy tranquilo y a gustito ahí con mami, y yo encantada con él, claro 😍, peeeeero en esta ocasión estaba súper despejado y viva la fiesta que es nuestra vida y nuestro día a día de felicidad y amor juntitos, así que opté por llevarlo en bracitos y después sentarlo en el carro del super, total para cuatro cosas que iba a comprar. Sí. Íbamos solo a por cuatro cosas  -siempre vamos solo a por cuatro cosas, y la cuenta siempre ronda de media los 100 leuris 😱-, un desastre vamos, sobretodo para como está la economía  -la nuestra digo, porque la de los demás se ve estupenda, pero en fin, tampoco vamos a entrar ahí, corramos un (es)tupido velo y obviémoslo-, total, que acabamos cargados como mulas  -para variar-, y he de reconocer que fue uno de los días de "compra ligera", es decir cosas necesarias pero nada de comida, carne ni pescado, tres bolsas. Pero llenas. 

El caso es que tras coger las cositas para mi amor por las que íbamos y alguna que otra que siempre cae, mi caramelito ya estaba cansado de ir sentado en el carro, estaba perdiéndose muchas cosas, es mucho más diver ir cogiendo todo de los estantes que irlo tirando dentro del carro, dónde va a parar! O echar a correr para que mami vaya detrás con una sonrisa de oreja a oreja y haciendo la payasa encantadadelavida eso sí. Pues eso. Mami, mami, echándome bracitos y mami te coge tesoro. Faltaba más. Después de alguna que otra carrera, un poco de intento de pucherito porque querías algooquizátodoloqueveías  -que en un supermercado es mucho-, cariñitos y mimitos mutuos, encontrar unos paquetes de cromos estratégicamente colocados por los señores del área de marketing de los supermercados que saben que a los peques de la casa les pirran los Super Wings y claro está, agarrarlos al vuelo para al mínimo despiste mami volverlos a dejar en su sitio  -además en estantes bajos tocando al suelo, es que eso es a conciencia ya eh, a mucha conciencia oigan-. 

Tras nuestras aventuras  -en este caso comerciales-  mi Cachito y mami nos ponemos en la cola, dispuestos a esperar nuestro turno sabiendo lo aburridísimo que es, y más todavía para un bebé de 18 meses, con la de alternativas megadivertidas que hay en un super!
Total, que todavía no habíamos llegado a la cola cuando mi amor me agarra fervientemente, aferrándose a mami como sabe que me encanta y me fascina, como solo él sabe, haciéndome vivir de amor, me baja la camiseta con sus mañosas manitas y liberando una de sus tetis se engancha cual cachorrito de mami que es, mamando de la forma más natural, bella, sana y única que existe. Qué maravilla!

La naturaleza es sabia.

Cabe decir que incluso antes de bajar del asiento del carro del supermercado, ya se había enganchado mi cachorrito bebé casi sin saber cómo mami, a su teta, sentado en el carro! Jajaja, es que me muero del amor contigo! Todo esto bajo la mirada de dos chicas que se encontraban en ese momento en el mismo pasillo y que, espectadoras de la situación nos miraban con una sonrisa dibujada en sus caras, la ternura que desprende mi bomboncito junto con la situación en general del momento, daba lugar a ello. Fue divertidísimo! Y es que el instinto es alucinante, ya desde el minuto uno de recién nacidos. 

Así pues, nos hallábamos en la cola amamantando a mi cachorrito bebé tranquilamente, cuando de pronto, una pareja de aparente avanzada edad pero jóvenes de espíritu, cabe decir, los cuales teníamos detrás, a pesar de que nos había pasado inadvertido, ya que mi Cachito y mami estábamos muy bien ocupados jiji, cuando de pronto la señora advierte que estábamos lactando allí mismo, en la cola del supermercado. Y le comenta a su esposo en voz alta para que la oigamos, "míralo que bien está! Como tiene que ser!", acto seguido se acerca para ver cómo come mi bebé y me da la enhorabuena, halagando a mi caramelito y diciendo que eso es una madre de verdad, a lo que el esposo responde dándole la razón y añadiendo que como las madres de antes, que les daban de comer a sus bebés tranquila y naturalmente sin tanto prejuicio y modernidad, en cualquier lugar, en la calle o en el metro y lo bonito que era, no como ahora que la juventud pasa de todo y les enchufan biberones a mansalva negándoles el pecho y yendo directamente a "lo cómodo". 
Ambos estaban incluso diría que con cierta emoción al presenciar la situación, y sus palabras entrañaban añoranza y nostalgia, de unos tiempos en los que lo natural era lo primordial  -ya no sólo hablo de la lactancia, si no en general-, y me sorprendió y agradó su manera de ver y sobretodo de expresar sus pensamientos. Fueron realmente entrañables. 

Simplemente hago mención a esta situación primero porque nos encanta que haya gente tan entrañable, agradable y educada  -de todas las edades, ya que la educación no diferencia de edades, quien la tiene la tiene y eso es magnífico sobretodo con los tiempos que corren, que más bien parece que lamentablemente cada vez escasea más-, en segundo lugar porque queremos agradecérselo de alguna manera, tanto a las dos amables chicas que aunque no cruzamos palabra con ellas, tan solo las miradas bastaron para decirlo todo, así como a la entrañable pareja de señores de la cola, y en tercer lugar porque somos los primeros que nos enervamos y salimos en defensa cuando se oyen o se ven situaciones contrarias, de mala educación y malas maneras que provocan situaciones incómodas y totalmente injustas e injustificadas cuando ven a una madre amamantando a su bebé.
Por lo que lo mínimo que podía hacer, era también ofrecer la visión correcta, sensata, justa y la que siempre debería ser. El respeto y la educación jamás se deberían perder

Da gusto seguir topándose hoy en día con gente que sigue siendo tan amable, correcta, educada y respetuosa. Y es que a pesar de que lo que se suele encontrar es más lo contrario, siempre hay gente estupenda. Un homenaje por toda esa gente! 


Y así, contentos de ver que a pesar de lo mal que está el mundo, lo deprorable que son las leyes en este país y demás acciones y cosas que se escapan de nuestras manos, comprobar que lo que sí está en las nuestras sigue siendo importante para la buena gente y lo sigamos promoviendo, es genial. 


Enamoradísimos y felicísimos, empezamos a disfrutar de nuestro finde juntitos, Cachito&Mami..*

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